domingo, 2 de agosto de 2015

Una tragedia académica enmendable

La triste cara del desprecio.

La insólita historia de una biblioteca, que desde su fundación hace cuarenta y cinco (45) años (1970), albergando en sus estantes los más sagrados tesoros bibliográficos, heredados de nuestros antepasados, no ha sido más que despreciada, mutilada y marginada, hasta el extremo de haber llegado a ser enclaustrada en vulgares contenedores metálicos, expuestos a las inclemencias climáticas de la Sabana de Bogotá, y al colmo del vilipendio de que en su entorno, personas se diviertan en sus juegos y ejercicios físicos, inconscientes de tal humillación.

Este es el relato de la inconcebible desgracia acontecida con la Biblioteca de la Armada Nacional, que nadie antes ha tenido el coraje de abordar reaccionando abiertamente a su favor. En cortas líneas narro de cómo recientemente me enterara de tan funesto escándalo; de mi inmediata y espontánea repulsa; de mi férrea determinación en investigar lo acontecido, y de mis votos por que mis palabras se escuchen y causen la reacción de quienes tengan la responsabilidad o cuenten con los canales, para urgentemente rehacer maniobras poniendo en marcha su justo resarcimiento y restauración, sin escatimar esfuerzos y medios, que consecuentemente redundarían en la vindicación de la deteriorada imagen de la Institución.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario